El biólogo del Aquarium que rescató a un hombre que se arrojó al mar: «Esperé a que se cansara para que no me llevase a mí al fondo»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Fernando Molezún

El conservador de la Casa de los Peces, mientras se quitaba la ropa, le pidió que no se lanzara, que pensara en sus hijos

03 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un hombre «desesperado» se tiró al mar este miércoles en la zona del Aquarium y no le pasó nada porque allí estaba Antonio Vilar, que se desnudó y se lanzó para salvarle la vida junto a un agente de la Policía Local, que también se quitó el uniforme y se echó al agua. Golpeados por las olas contra las rocas, pudieron rescatar a un señor que no quería ser salvado, que antes de arrojarse no paraba de decir que quería dormir. Ahora se recupera en el hospital y sus salvadores siguen trabajando en lo suyo.

Antonio Vilar estaba allí porque siempre está. Este biólogo lleva desde 1999 como conservador del acuario y el miércoles a primera hora de la tarde estaba en su despacho. De pronto aparece una compañera gritando que alguien se quería arrojar al mar. La había alertado un hombre que segundos antes vio cómo una persona dejaba abandonada una mochila en la playa de As Lapas y caminó por la costa hasta adentrarse en las instalaciones de la Casa de los Peces.

Antonio Vilar salió corriendo mientras su compañera llamaba a la policía e iba a buscar un flotador.

Al principio «pensé que era un furtivo, pero empecé a decirle que saliese de ahí y no hacía más que gritar que quería dormir. Se le veía desesperado y yo no paraba de pedirle que no lo hiciera, que si se tiraba él me iba a obligar a tirarme a mí también», recuerda el biólogo. «Hasta le recordé» —añade— «que rehusara por sus hijos e incluso le expliqué que yo tenía dos y que no los podíamos dejar huérfanos. A medida que íbamos hablando, me iba quitando la ropa. Quería que desistiese, pero de pronto se lanzó al agua. Lo hizo y me dio esa sensación de que tiraba la toalla, como diciéndole al mar que se lo llevara».

Antonio Vilar no es un inconsciente ni una persona que no mide las consecuencias. «Conozco esta parte de la costa a la perfección y practico pesca submarina. Sé como entrar en el agua y conozco las olas. Estoy familiarizado con el medio y evalúo la realidad». Así que se tiró tras él. Con las ondas arrastrándolo contra las rocas —tiene algunas heridas por rasguños—, «esperé a que el hombre se cansara un poco para evitar que me llevase con él al fondo. El policía estaba ya en el agua y entre los dos lo pudimos rescatar de un mar de fondo, pero pequeño. Más tranquilo que de costumbre».

No es la primera vez que rescata a un hombre en esa zona. En el 2006 salvó la vida a un percebeiro. Recuerda que «aquello fue mucho más difícil porque el mar estaba embravecido».

¿Lo volvería a hacer? ¿No tiene miedo? «Cada uno ha de tener la capacidad de evaluar las situaciones críticas. Debes saber dónde están tus límites. Ahora lo he podido hacer, pero a lo mejor dentro de 5 años ya no soy capaz. Es una cuestión de tener claro tu capacidad, conocimiento y forma física», dice.